Cocinitas de la señorita Peppis

Friday, September 10, 2004

Armando el Taco

Nada que sigo dale que te pego tratando de inculcaros mis conocimientos sobre el maravilloso mundo de la cocina.
Para mí no hay nada más placentero que comerse unos deliciosos tacos mexicanos rellenos de pollo y un sin fin de ingredientes. Pero nada de irse a la cantina mariachi de la esquina a comerlos, ni siquiera descongelar aquellas cosas que uno puede encontrar en Supermercados la Sirena o el Carrefour. Los tacos los hago yo y bien ricos que me salen. A ver, no es que ahora vaya de experto en cocina mexicana, ni mucho menos. Pero he de insistir que quienes han probado mí receta han repetido hasta reventar.
Vayamos por partes. Para realizar unos tacos no hace falta ponerse a hacer tortitas como un loco, las venden en los supermercados y con solo calentarlas en el microondas es más que suficiente. Lo importante es el contenido. Yo recomiendo los tacos de pollo aunque con carne picada y tiras de ternera también salen de rechupete. Suelo prepararlos con verduras, pero ojo, nunca todo revuelto, cada cosa por separado. El pollo lo hago en una sartén o wook con aceite (o mantequilla), un diente de ajo, guindilla (a veces con un preparado especial que ya venden hecho) y un chorrito de cerveza. Dejo que se vaya dorando y mientras preparo las verduras. Os recomiendo el pimiento rojo antes que el verde, corto una cebolla y la añado junto los pimientos y unos champiñones en una sartén. Dejo que se frían durante un par de minutos y antes de apagar el fuego las cubro con queso en lonchas. Preparo una bandeja con hojas de lechuga, maíz, aceitunas sin hueso y un poco de queso para untar (tipo Philadelfia).
Crear un burrito es muy sencillo, aunque tiene su ritual. En primer lugar untamos el queso sobre una de las tortas (concretamente en el centro y lo que va a ser la parte superior del mismo dejando un margen a ambos lados y en la parte inferior) Añado la lechuga, las aceitunas, el maíz y las verduras con el queso fundido, por ultimo incorporo el pollo y, tomando la torta por los dos extremos la pliego a modo de canuto doblando la parte inferior hacia arriba, cerrándolo para que así no se os derrame nada.
Acompañad con el refresco que prefiráis (recomiendo cerveza) y a disfrutarlos.

Thursday, September 09, 2004

Welcome to Sandwitch Club

He aprovechado este verano para hacer mis pinitos en un arte más complejo y milenario que el Ikebana, los jardines de arena o la cría de Bonsáis. Coñas a parte, el "Club Sandwitch" parte del hecho de crear, entre tres trozos de pan de molde, una poesía de sabores y texturas capaces de poner en jaque al más estricto de los paladares.
Hay pocas reglas pero muy básicas. En primer lugar ha de haber tres lonchas de pan (fresco), se puede hacer con dos pero el resultado final es muy mariquita y pobre así que más vale ayunar y aguantar el tipo antes de hacer el ridículo supino frente a un miserable bocadillo al más puro estilo chabola barriobajera. Las lonchas han de estar tostadas (no quemadas) y una de ellas ha de tener un agujero en el centro cuya utilidad más adelante explicaré. La segunda regla es la presencia del huevo. Conviene que sea frito, con la yema jugosa y no más seca que mi cuenta corriente. Ah, el huevo siempre irá en el piso de arriba. La última regla es que las lonchas han de reposar entre una mullida alfombra de lechuga, si pilláis de esas de diferentes colores habréis conseguido un "Cordon Blue". Una vez tenéis los ingredientes básicos vamos a proceder a otorgarle un toque más profesional a nuestro delicioso Sandwitch.
Untad Mahonesa (bayonesa para los más garrulos) en una cara de la loncha de pan. A los que no les guste la Mahonesa pueden substituirla por otra salsa a su elección (Moztaza, tartara, HP, Ketchup). Acto seguido colocad la ensalada. El siguiente paso depende del gusto de los comensales. Yo he probado con pechugas de pollo cortadas en tiras y cocinadas a la plancha con pimienta, limón y romero. También está de vicio una loncha de salmón ahumado con un pellizco de caviar (o sucedáneo) También incluyo espárragos o incluso pepinillos. Con Salami esta también muy delicioso y si encima le ponéis queso en lonchas está que se sale. En el segundo piso podéis hacer una variación, es decir, si en la primera planta hemos colocado pollo, en la segunda podemos colocar salmón. Esto depende del gusto de cada uno. Finalmente colocad el huevo frito y rematad la faena con la loncha agujereada. Como descubriréis el resultado final os impedirá comer vuestro Club Sandwitch con las dos manos (hay quien sí lo hace con resultados catastróficos) Lo mejor es un tenedor y un cuchillo y proceder muy delicadamente a cortar pequeños pedazos y meterlos en la boca con gran deleite. Acompañad el Sandwitch con una buena cervecita o si lo preferís con un vinillo ligero (para los abstemios mejor un refresco, MecaCola si también pensáis que hay alternativa)

El fin de la comida basura.

Hete aquí que a estas alturas me estoy dando cuenta (no se si seré el primero o el ultimo) de que el fin de la denominada comida basura esta cada vez mucho más cerca. Solo hay que dar una vuelta por las calles de cualquier ciudad para darse cuenta del auge que están teniendo los bares de tapas, montaditos, tabernas, cervecerías y demás comida internacional para percatarse, también, como los establecimientos de comida rápida están perdiendo color y carisma a pasos agigantados. Sí, es cierto, también últimamente se ve como por televisión se nos inundan de ofertas tipo: "Dos "guarriburgers" a 1 Euro", o el "Tu me engañas esto no puede ser light", o "Consigue tu muñeca horripilosa con el nuevo menú infantil"… Personalmente, a mí más que publicidad me suena a llamada de socorro desesperada. Se les está hundiendo el barco señores, ¡¡por fin!! Por lo menos en nuestro territorio, y por eso intuyo que antes de que se les escapen las ratas (que extraña y confusa alegoría) están tirando la casa por la ventana para ofrecer el oro y el moro a consta de ganarse un publico que huye despavorido de la celulitis, el colesterol y las calorías. Personalmente no soy muy partidario de la comida basura, eso no quiere decir que no la haya probado (disfrutarla es otra cosa) ¿Es rápida? Pues si. ¿Es alimenticia? No se que decir, algo de alimento tiene que tener supongo que por algún control de calidad debe de pasar. ¿Pero no es más sano el pincho de tortilla que el la hamburguesa con queso, salsa ranchera y bacón refrito? O ¿no sabe mejor un bocadillo de atún con pimientos con una buena cerveza que con un refresco de cola? Prefiero mil veces prepararme yo mismo las hamburguesas o la pizza que ir a comerlas a esa especie de extraños laboratorios multicolor dignos de la peor pesadilla de Willy Wonca. No todo va a ser críticas al respecto. Dentro del contexto de la comida "basura" existen un tipo de establecimientos que si merecen salvarse de la extinción. Me refiero a aquellos que ofrecen bocadillos con pan recién hecho y con ingredientes claramente reconocibles. Aunque no todos son la décima maravilla del mundo por lo menos se parecen a lo que cualquier mortal puede disfrutar en un bar o cafetería de toda la vida.

Wednesday, September 08, 2004

Salsa putanesca

La salsa putanesca, cuenta la leyenda, es aquella que empleaban las rameras napolitanas para engatusar a sus clientes (acompañaba a la inseparable pasta, of course). Bueno, aquí los ingredientes y cómo la hacemos nosotros :O)

Ingredientes:

1 lata de anchoas
1 bote de medio kilo de tomate triturado
1 cucharada grande de mantequilla
2 cucharadas de aceite de oliva
12 olivas negras sin hueso
1 cucharada de alcaparras
1 cucharadita de albahaca
1/4 cucharadita de paprika
pimienta y sal al gusto

Se deshace la mantequilla en la sartén y se mezcla con el aceite (también se puede preparar sólo con el aceite o sólo con la mantequilla). A continuación se echan las anchoas y se remueven hasta que se deshagan. A continuación se pone el tomate y se va haciendo a medio fuego hasta que se fría. Mientras, se cortan las olivas por la mitad. Cuando le falte poco al tomate para estar frito se echan el resto de ingredientes y se deja freír tres minutos más. Bon appetit